Cada vez más personas utilizan las aplicaciones mobile o las plataformas online para realizar transacciones económicas y adquirir todo tipo de productos y servicios con un solo click.  El crecimiento del eCommerce es innegable. Y en esta revolución han tenido mucho que ver las soluciones digitales que han hecho posible las transacciones digitales. Conocidas como fintech, es decir, tecnología financiera, o lo que es lo mismo, la banca y finanzas en su versión digital. No sólo las aplicaciones móviles de las entidades financieras han visto incrementado su uso en los últimos año, sino que también crece el uso de plataformas para pagos a través del móvil y los conocidos como neobancos que, según publicaba hace unos días el diario económico Expansión, esperan llegar en 2019 a superar el millón de clientes.

Entre las ventajas más destacadas de la banca digital destaca la posibilidad que ofrece de realizar pagos u otras operaciones bancarias a través de un sencillo proceso en el móvil, sin necesidad de acudir a ninguna sucursal o de utilizar tarjetas de bancarias, o la posibilidad de sacar dinero desde cualquier cajero sin costes, como ofrece el neobanco alemán N26. Otros aspectos a recalcar es que el servicio financiero 100% digital implica un menor gasto en aspectos clave como la infraestructura y, por tanto, un menor número de comisiones para el usuario final. Pero, además, las fintech ofrece servicios con los que la banca tradicional no cuenta, como el asesoramiento financiero personalizado a través de análisis con tecnología inteligente (con el uso de bots, por ejemplo) o la gestión financiera a través de apps móviles (gastos e ingresos en tiempo real, desglose de gastos por tipología de consumo, etc.). Otras prácticas que se han desarrolladas gracias a la aparición de las fintech es el conocido como crowlending, plataformas para conseguir préstamos por parte de inversores que buscan dinamizar sus activos, o el equity crowdfunding, para proyectos que buscan financiación a través de nuevo accionariado.

La gestión de datos a través Big Data y la infraestructura base en la nube son las son las prácticas que dan vida a las fintech, con las que se consigue una mayor agilidad y flexibilidad. Según un informe elaborado por Linkedin y la consultora Campgemini, en los últimos cinco años se han invertido más de 110.000 millones de dólares en este sector. De hecho, en el caso de España, aumentó la inversión más de un 140% entre 2015 y 2016, según el Observatorio Sectorial DBK.

Por esta razón, cada vez son más frecuentes las iniciativas de colaboración entre empresas tecnológicas y entidades financieras tradicionales, de modo que los bancos puede sumar todas las innovaciones tecnológicas de una consultora TI y ampliar y digitalizar su cartera de servicios, orientando toda la estrategia hacia el consumidor digitalizado y activo en entornos online. Ampliando así no sólo el espectro de clientes sino también la fidelización de la tradicional cartera de clientes de la entidad bancaria.