La Silver Economy nace para hacer referencia a las nuevas actividades y servicios que surgen para dar respuesta al creciente envejecimiento poblacional, un fenómeno que no sólo se produce en España, sino que nos afecta a todos de manera global.  Se estima que para el año 2060 la población en la Unión Europea por encima de los 65 años se situará en torno al 40%, lo que se traduce en un aumento del gasto en asistencia sanitaria, que en el caso de la Unión Europea, pasará del 6,9% al 8,3% del PIB.

Silver economy

Las nuevas necesidades de este segmento poblacional han provocado la aparición y desarrollo de nuevos negocios, productos y servicios, cada vez más personalizados y digitalizados para atender a este nuevo perfil de consumidor y su nueva forma de consumo: telemedicina, asistencia, turismo activo o sanitario, etc. se han convertido ya en sectores de futuro para gestionar el cuidado y dependencia de los mayores. Pero las oportunidades de la Silver Economy no nacen exclusivamente ligados al sector de la salud, para mantener un envejecimiento activo y de calidad, sino que también engloba otros sectores como los servicios financieros o de ocio de este colectivo.

Y en esta nueva realidad socioeconómica la tecnología tiene mucho que decir, pues son variadísimas las aplicaciones de automatización, robótica, Big Data o Internet de las Cosas (IoT) que fomentan nuevos negocios pensados para las personas mayores y que ayudan a la digitalización de negocios tradicionales, que van adaptándose a este nuevo contexto con el objetivo de ganar en eficiencia y rentabilidad.

En Coremain, consciente del enorme potencial de la tecnología para mejorar la calidad de las personas mayores, hemos venido colaborando en el desarrollo de productos como OMNI, un dispositivo de teleasistencia conectado al televisor, incluyendo aplicaciones de geolocalización, de asistencia virtual o telefonía para garantizar una atención personalizada de la persona mayor, ofreciendo en un solo producto multitud de opciones y servicios. Además, las nuevas tecnologías permiten la adaptación de productos como OMNI a las necesidades y características propias de un colectivo concreto. Ejemplo de ello es el uso específico que se le ha dado a OMNI por parte de usuarios con discapacidades auditivas y visuales, en colaboración con Ilunion (Fundación Once) y con la Confederación Estatal de Personas Sordas, con las que se ha testeado la inclusión de funcionalidades específicas para usuarios con discapacidades en el producto.