Así lo respaldaron desde los gobiernos de los países que conforman el G7, las economías más desarrolladas del mundo: el 5G será un dinamizador destacado para la consecución de la Industria 4.0, ya que las demandas tecnológicas continuarán incrementándose y esta tecnología será la encargada de garantizar una conectividad avanzada.
Para el desarrollo de una economía digital es necesario contar con entornos que permitan un avanzado despliegue de nuevas capacidades e infraestructuras digitales y en este sentido, en su última reunión, el G7 definió políticas para impulsar esta digitalización, incluyendo el 5G dentro de su prioridad en materia de Apertura, aspecto clave de la transformación digital derivada de principios fundamentales como la naturaleza global de Internet y el libre flujo de información. Con ello, el despliegue de banda ancha de alta velocidad es una prioridad para asegurar un acceso global que satisfaga las necesidades de una verdadera industria 4.0. En este sentido, las grandes potencias se han marcado ya un ambicioso objetivo: que en 2020 se asegure que 1.500 millones de personas cuenten con conexión a Internet, un reto en el que ya se está avanzando desde el grupo de trabajo 5G PPP de la Unión Europea.
A día de hoy, continúa el desarrollo de esta banda ancha móvil que está probándose en la banda 3.7 GHz –de hecho, el pasado mes de febrero ya se realizó la primera llamada en todo el mundo con 5G, entre Barcelona y Madrid-, una red de comunicaciones que sustituirá al 4G y que pretende dar solución a todas las exigencias de servicios, infraestructuras y aplicaciones para entornos mobile dentro del tejido industrial. Un estándar en telecomunicación que permitirá un pleno desarrollo del Internet de las Cosas (Internet Of Things, en su acepción anglosajona) con el que se podrá habilitar la interconexión de millones y millones de objetos conectados en cuanto comience su despliegue comercial.
Entre las ventajas más destacadas, desde el grupo 5G PPP se recalca:
– La reducción de latencia por debajo del milisegundo.
– La garantía de que muchos más usuarios y dispositivos podrán estar conectados al mismo tiempo sin interrupción.
– El papel fundamental de la velocidad que esta red alcanza para la transmisión de datos –se estima un alcance de 10 Gigabits por segundo, es decir, hasta 100 veces más rápido que el 4G-, lo que repercutirá positivamente en el consumo de contenidos audiovisuales a través de la red.
– La mayor eficiencia energética del estándar 5G que las tecnologías prestadas en la actualidad
– La capacidad de conexión de más de 50.000 millones de objetos interconectados.
Un estudio realizado el pasado año por Accenture, señaló que la implementación de la generación de redes inalámbricas 5G de alta velocidad podría crear hasta tres millones de empleos, generando un aumento de hasta 500 mil millones de dólares en el PIB de Estados Unidos y estimando una inversión de 275 mil millones de dólares en infraestructura para hacer posible esta red.
Datos como éstos refleja que se trata de una tecnología en pleno desarrollo que, sin duda, será la pieza fundamental para garantizar un futuro interconectado y digital.