Las metodologías ágiles son aquellas que permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto, consiguiendo flexibilidad e inmediatez en la respuesta para amoldar el proyecto y su desarrollo a las circunstancias específicas del entorno.

En COREMAIN apostamos por una Transformación Digital completa en los procesos productivos, por lo que hemos adoptado las metodologías ágiles en nuestro día a día para entregar los productos y/o servicios con unos costes y tiempos mucho más reducidos y un incremento de la calidad y de ajuste a las necesidades reales, que percibe el cliente final.

Son varias las ventajas de implementar este tipo de metodologías ágiles en la empresa

  • Mejoran la satisfacción del cliente dado que se involucrará y comprometerá a lo largo de todo el proyecto.
  • Mejora la motivación e implicación del equipo de desarrollo. Las metodologías ágiles permiten a todos los miembros del equipo conocer el estado del proyecto en cualquier momento.
  • Permite ahorrar tiempo y costes.
  • Se trabaja con mayor velocidad y eficiencia. Una de las máximas de su aplicación es que se comprometen entregas parciales e incrementales del producto, de este modo, es posible entregar en el menor intervalo de tiempo posible una versión funcional del producto.
  • Permiten mejorar la calidad del producto. La continua interacción entre los desarrolladores y los clientes tiene como objetivo asegurar que el producto final sea exactamente lo que el cliente busca y necesita.
  • Gracias a la realización de entregas tempranas el cliente tendrá rápido acceso a aquellas funcionalidades que aportan valor, acelerando el retorno de la inversión.

Metodologías ágiles más utilizadas en COREMAIN

1. SCRUM

Scrum es un proceso en el que se aplican de manera regular un conjunto de buenas prácticas para trabajar colaborativamente, en equipo, y obtener el mejor resultado posible de un proyecto. Estas prácticas se apoyan unas a otras y su selección tiene origen en un estudio de la manera de trabajar de equipos altamente productivos.

En Scrum se realizan entregas parciales y regulares del producto final, priorizadas por el beneficio que aportan al receptor del proyecto. Por ello, Scrum está especialmente indicado para proyectos en entornos complejos, donde se necesita obtener resultados pronto, donde los requisitos son cambiantes o poco definidos, donde la innovación, la competitividad, la flexibilidad y la productividad son fundamentales.

2. Kanban

La estrategia Kanban conocida como ‘Tarjeta Visual» resulta muy útil para los equipos de proyectos. Esta consiste en la elaboración de un cuadro o diagrama en el que se reflejan típicamente tres columnas de tareas; pendientes, en proceso o terminadas. Este cuadro debe estar al alcance de todos los miembros del equipo, dando visibilidad del estado del proyecto de un golpe de vista, y evitando así la repetición de tareas o la posibilidad de que se omita alguna de ellas. Por tanto, ayuda a mejorar la productividad, comunicación y eficiencia del equipo de trabajo.

3. Agile Inception

Está orientada a la definición de los objetivos generales de las empresas. Su meta es clarificar cuestiones como el tipo de cliente objetivo, las propuestas de valor añadido, las formas de venta. Suele girar en torno al método de «elevator pitch«, que consiste en pequeñas reuniones entre la dirección y el equipo de trabajo en las que las intervenciones no pueden superar los 5 minutos.