La adopción de la metodología Agile se ha disparado en los últimos años, no solo en la industria del software,  sino también en otros ámbitos o unidades de negocio como recursos humanos, I+D o marketing.  Así lo revela el informe “16th Annual State of Agile Report”, de Digital.ai, que refleja un aumento de casi un 50% en los equipos de desarrollo de software y del doble en sectores ajenos a las TI.

La gran capacidad de resilencia que tuvieron que demostrar las empresas durante los años de pandemia del Covid-19, con un entorno incierto y en constante cambio, ha influido enormemente en el triunfo de este método que comenzó a introducirse en 2001. La flexibilidad, la colaboración y la rapidez con la que permitía adaptarse al cambio, decisivas en su origen, se han hecho hoy todavía más necesarias en pro de la competitividad.

Esta filosofía, propiciada por los gigantes del “software, supuso en su momento un cambio en la forma de trabajar tradicional, que mejoraba la productividad, la motivación e implicación del equipo, así como la velocidad, eficacia y calidad del producto final.

Se basa en un modelo de mejora continua con plazos de entrega reducidos, asentado en una serie de principios puestos sobre el papel en el “Manifiesto Agile”, que acorta los ciclos de producción, los tiempos de reacción y la toma de decisiones, y que permite minimizar los errores, además de mejorar la experiencia del cliente y la satisfacción del equipo implicado, normalmente multidisciplinar.

En las sesiones diarias, los equipos de agile comparten las tareas que han completado, cuáles van a emprender o qué impedimentos han frenado su avance, de manera que, sus integrantes, conocen en todo momento en qué punto se encuentra el proyecto para tomar las decisiones que les lleven a seguir progresando.

¿Por qué las empresas adoptan la metodología Agile?

Según el estudio, la mayor parte de las empresas que implementan prácticas Agile lo hacen para acelerar el tiempo de comercialización, acotar la previsión en los plazos de entrega y reducir el riesgo, por este orden. En este sentido, su implementación en toda la empresa responde a objetivos comerciales y coincide con un interés en acelerar la transformación digital. Sin embargo, cuando solo afecta a los equipos TI y de desarrollo de software, están ligada a la priorización de los plazos de entrega.

Las empresas que han implantado con éxito las prácticas Agile destacan como sus principales puntos fuertes un mayor grado de colaboración y de alineación con las necesidades del negocio, así como la mejora del ambiente de trabajo. Sin embargo, la principal barrera para implementar la agilidad está en la propia cultura de las organizaciones, además de la falta de apoyo del managment.

 

 Herramientas y tecnologías: las más populares

Entre las herramientas más populares para la gestión de proyectos Agile destacan Atlassian Jira en primer lugar, seguida de Mural/Miro, Microsoft Excel y la combinación Microsoft TFS/AzureDevOPS/Visual Studio.

En cuanto a las metodologías, Scrum continúa liderando el ranking como la más utilizada, seguida de Kanban, que ha disparado su uso en los últimos dos años.

En el caso de los framework, SAFe se consolida como el principal marco de trabajo para escalado, aunque cabe resaltar el incremento de Scrum@sacel/Scrum of Scrums, después de unos años en declive.

Desde el punto de vista de las personas, el informe señala como principales retos para la adopción del Agile la falta de participación del liderazgo, es decir, de involucración de los líderes de la organización, la falta de conocimiento sobre la agilidad, la resistencia al cambio y una insuficiente educación y entrenamiento.

Otro dato reseñable que revela el informe es que los equipos DevOps no incorporan el feedback del negocio de manera regular.