Los datos son un activo muy valioso cuya dificultad para su intercambio en el conjunto de la Unión Europea (UE) implica un alto coste para las empresas, entidades públicas y usuarios cada año. Consciente de ello, la Comisión Europea ha publicado una nueva Ley de Datos, complementaria a la Ley de Gobernanza de Datos de 2020, que establecía las bases de los procesos y estructuras para facilitar el intercambio de datos por parte de las empresas, los particulares y el sector público.

Data Act, como se denomina la norma, aclara quiénes pueden generar valor a partir de los datos y en qué condiciones, a fin de garantizar la equidad en el entorno digital y estimular un mercado de datos competitivo, incidiendo en la prevención del desequilibrio de poder a la hora de negociar contratos de intercambio de datos.

Entre las novedades de este nuevo reglamento, que entró en vigor a finales del pasado mes de junio y será aplicable a partir de septiembre de 2023, destacan:

  1. Impulso al acceso y uso de datos. Se adoptan medidas que permitan a los usuarios acceder a los datos que ellos mismos originan a través de dispositivos conectados (IoT), ya que la falta de regulación genera una incertidumbre acerca de los derechos y obligaciones de los fabricantes, consumidores y terceros.
  2. Prevención del desequilibrio contractual entre empresas. Se establecen medidas para prevenir el abuso de poder a la hora de negociar contratos de intercambio de datos entre pymes y grandes compañías.
  3. Suministro de datos a organismos públicos. Se crean medios para que los organismos del sector público obtengan y usen datos en poder del sector privado que sean necesarios en circunstancias excepcionales, como emergencias sanitarias o catástrofes naturales.
  4. Garantías frente al cambio de proveedor. La nueva norma permite a los clientes cambiar de proveedores de servicios cloud de forma más sencilla y sin coste, y que establezcan salvaguardias contra la transferencia ilegal de datos a nivel internacional.
  5. Facilitar la interoperabilidad. La Ley de Datos define las condiciones técnicas y jurídicas de ámbito general y sectores específicos que permitan el tratamiento automatizado de los datos. En este sentido, cobra especial relevancia la creación de entornos para publicar, encontrar y reutilizar datos en 10 campos estratégicos: salud, agricultura, industria, energía, movilidad, finanzas, administración pública, habilidades, la European Open Science Cloud (EOSC) y el Pacto Verde.

Las entidades relacionadas con la economía de la información deben adaptarse a las nuevas exigencias establecidas desde la Unión Europea, cuyo objetivo es situarse a la vanguardia de la sociedad basada en la información, optimizando estos costes derivados de no disponer de un único espacio europeo de datos.