La analítica predictiva se sitúa como una de las principales tendencias tecnológicas para el próximo 2021, tras un año marcado por la inestabilidad y la dificultad para hacer pronósticos. Esta metodología analiza datos actuales y previos para realizar predicciones utilizando técnicas de análisis con el objetivo de ayudar a las empresas a identificar tendencias, comportamientos, futuros resultados y oportunidades corporativas.Las organizaciones tienen un interés creciente en conocer el impacto de la COVID-19 en las anomalías de datos, preferencias y percepciones, y saber si estos cambios les afectarán en el corto o largo plazo. El análisis predictivo debe tener en cuenta esta situación excepcional y aprovecharla para nutrirse de datos en constante actualización, conectados a las máximas fuentes posibles, con la finalidad de aumentar la veracidad de las predicciones.

Aprendizaje automático

Combinar el aprendizaje automático con el análisis predictivo es una decisión altamente eficiente, ya que al enfoque predictivo de pronosticar variables objetivo específicas, se le une la capacidad de aprender de conjuntos de datos anteriores. Ahora que el aprendizaje automático y la inteligencia artificial se han convertido en elementos básicos para las empresas, su fusión con el análisis predictivo parece más viable que nunca.

Estas técnicas se combinan entre sí fortaleciendo a la organización, pueden aumentar la precisión de los pronósticos, crear datos más limpios y ayudar a que el análisis predictivo funcione más rápido, brindando más información con menos supervisión.

Casos de éxito

Muchas organizaciones que cuentan con riqueza de datos llevan tiempo creando aplicaciones exitosas que utilizan ambas técnicas, juntas o separadas. Las empresas minoristas, por ejemplo, recopilan gran cantidad de información a través de puntos de venta, redes sociales o listas de correo electrónico y usan la analítica predictiva para detectar tendencias de los usuarios e hiperpersonalizar anuncios.

Además, estas aplicaciones tienen gran éxito en otros campos como la administración de riesgos, la seguridad, la atención médica y las tecnologías de la información (TI), al mejorar el rendimiento y encontrar y abordar problemas de forma anticipada.

La analítica predictiva, combinada o no con el aprendizaje automático, puede suponer un gran ahorro de tiempo y dinero para las compañías, una ayuda que se hace especialmente valiosa en la era COVID-19.