¿Puede la tecnología reconocernos por cómo caminamos, hablamos o dirigimos la mirada? Aunque parezca una cualidad restringida a los humanos, los aparatos tecnológicos que usamos en nuestro día a día ya son capaces de discernir cuáles son esos rasgos característicos que nos hacen únicos. Es posible a través de la biometría conductual, también llamada biometría del comportamiento. Esta nueva forma de relacionarnos con el mundo digital se ha posicionado este 2021 como una tendencia en auge, y trae consigo grandes ventajas.
¿Por qué es diferente la biometría del comportamiento?
La biometría, una técnica de autentificación que combina big data e inteligencia artificial, lleva usándose desde hace más de una década para implantar sistemas de seguridad en dispositivos personales y empresariales. Hasta hace poco, se limitaba a ser fisiológica, a calcular rasgos físicos, como pueden ser las dimensiones de la cara, o las siluetas de nuestras huellas, pero su procedimiento se ha ido sofisticando con el fin de evitar el robo de datos biométricos. Con el análisis de los comportamientos personales, esta tecnología va un paso más allá en el reconocimiento personal y, por lo tanto, en la lucha contra el fraude. Desde hace unos años, la biometría conductual permite que se nos reconozca de una manera similar a la que lo haría un humano e incluso es capaz de detectar la forma exacta en que un individuo interactúa con su dispositivo, midiendo la distancia a la que suele mantenerlo, la presión con la que teclea, o su tono al hablar, por ejemplo. Si bien el robo de la información de la huella dactilar es difícil, con los datos registrados a través de los movimientos, voz o mirada de cada uno de los usuarios, la suplantación de identidad es prácticamente imposible.
¿Cuáles son sus aplicaciones?
La banca, la sanidad y los seguros, así como los servicios de call center, son algunas de las áreas de negocio que aspiran a obtener más beneficios de la biometría conductual, pero sus ventajas se pueden extrapolar a cualquier sector. Este modelo de verificación está llamado a ser toda una revolución dentro de las compañías, al reducir costes de mantenimiento en los sistemas de seguridad, llevar a cabo un control horario más eficiente y simplificar trámites en remoto. Además, mejora la experiencia de los clientes, evitando que introduzcan contraseñas y consiguiendo ganar su confianza, ya que les proporciona una protección prácticamente infalible frente a delitos.
Coremain ha alcanzado recientemente una nueva alianza con la compañía de software checa Phonexia, líder en tecnologías de biometría de voz y habla, para ofrecer la solución Phonexia Voice Verify. Esta herramienta avanzada de huella de voz digital recoge los beneficios de la biometría del comportamiento, pues permite optimizar la eficiencia de los servicios de atención al cliente y mejorar la experiencia del usuario, al poner a su disposición un método de autenticación ágil, seguro y sin contraseñas, que reduce costes y tiempos de respuesta.
