La digitalización y la introducción de las nuevas tecnologías está transformando todos los sectores económicos. También el de la restauración.

La gastronomía se ha convertido en un sector estratégico y un evidente polo de atracción de turistas, además de un expositor de marca-país y de innovación, donde no solo importa qué se ofrece sino cómo se ofrece.

En este sentido, la tecnología tiene mucho que aportar. No solo en cuanto a la digitalización de los procesos internos (aprovisionamiento, ingeniería de menús, gestión de cuentas, apoyo a la toma de decisiones…), sino también a la experiencia del cliente, para crear propuestas innovadoras que contribuyan a lograr los objetivos estratégicos de negocio. Aumentar las ventas y mejorar la rentabilidad mediante la reducción de los costes operativos es una prioridad.

Radiografía de la digitalización en el sector de la restauración

Como ya ha sucedido en otras actividades económicas, la tecnología está mejorando toda la cadena de valor del sector, haciéndola más eficiente, sostenible y con mayor valor para el consumidor. De hecho, en el canal Horeca destacan 4 grandes áreas con oportunidades de digitalización. Las operativas de front office (reservas, gestión de sala, ventas, sistemas de pago…), de back office (cocina, operaciones, inventario, compras, etc.), control e inteligencia de negocio (analíticas, previsiones, presupuestos…) y relación con el cliente (publicidad, RRSS, fidelización, captación…).

Cabe destacar que la pandemia del Covid ha sido un importante revulsivo para acelerar la transformación de un sector donde, en la mayoría de los casos, el cliente iba un paso por delante en el uso de herramientas digitales y la desigualdad digital entre grupos o cadenas y pequeños restaurantes cada vez era más patente.

El reto tecno-digital

La industria de la restauración es consciente del reto tecno-digital que tiene por delante y del diferencial competitivo que supone el uso de soluciones tecnológicas. Así lo manifiesta en el informe sobre “Digitalización en Restauración” elaborado por Tech Food Consult y Basque Culinary Center, en el que se apuntan como principales barreras las dudas sobre “cómo implantar, financiar y conseguir valor a través de este nuevo universo digital”, además de a la falta de formación, la resistencia al cambio o la dificultad para medir el ROI”.

Entre los principales retos a afrontar destacan la fidelización del cliente, cada vez más exigente por la abundancia de oferta, la eficiencia del negocio y la profesionalización del sector.

En estos aspectos, la incorporación en el día a día de herramientas digitales ha introducido importantes beneficios para conocer en tiempo real el funcionamiento del negocio, qué demanda el cliente o tomar decisiones estratégicas basadas en evidencias. Por ejemplo, la automatización de aquellas operaciones que roban tiempo y no aportan valor, pero sí permiten ganar en eficiencia y agilidad, como la entrada y registro de pedidos, turnos de personal, gestión de mermas y desperdicios…

El futuro del sector apunta al Restaurant Big Data con sistemas para conocer mejor al cliente, para diagnosticar problemas del negocio y proponer soluciones o para predecir la demanda y las tendencias.

La digitalización y, concretamente soluciones como el e-learning, puede contribuir positivamente también a impulsar la creciente necesidad de profesionalización del sector, que busca métodos efectivos para mejorar la curva de aprendizaje de los empleados con el mínimo esfuerzo y tiempo posible, tanto para potenciar sus habilidades digitales y sacar el máximo rendimiento a las herramientas disponibles, como en otras materias. También para fidelizar y conseguir un mayor compromiso del empleado, en un sector caracterizado por una alta rotación, gracias a fórmulas de planificación de horarios que tengan en cuenta las preferencias del personal.

¿Qué tecnologías cuentan con una mayor penetración?

Entre las tecnologías con más penetración en la restauración destacan el TPV, la Wi-Fi, la publicidad online o los sistemas de reservas, mientras que entre las más deseadas se sitúan el pago móvil, las apps propias o los sistemas digitales de fidelización. “Una app propia ayuda a lograr una clientela más leal, pero esta debe ser fácil de manejar, permitir la personalización e impulsar el uso frecuente para poder llegar a más personas”, según se señala en el informe de Deloitte “El restaurante del futuro”.

La receta para el futuro del sector debe pasar por contener ingredientes como la innovación, la diferenciación y la identidad propia y maridar, de forma perfecta, con la tecnología.