La irrupción hace unos años del concepto de Industria 4.0 trajo consigo la puesta en valor y accesibilidad informativa de una serie de conceptos enmarcados en dos ejes: un eje de modernización de negocio y otro relativo a las tecnologías empleadas para sustentar esa transformación que se viene a denominar 4ª Revolución Industrial.
En el marco de los conceptos relacionados con la modernización de negocio podemos destacar el de digitalización, que se aplica a cualquier proceso empresarial (modelos de negocio, producción, acceso a clientes, integración vertical y horizontal, etc…) y que en resumen se centra en eliminar carga manual y de escaso valor añadido a los mapas de procesos de las empresas.
Por otra parte, en el eje tecnológico han aparecido las denominadas tecnologías clave de la I4.0: Movilidad, IoT, Big Data, Cloud, Simulación 3D, Fabricación Aditiva, etc… En definitiva Ia Industria 4.0 se basa, dicho de una manera simple, en digitalizar procesos aplicando las tecnologías clave anteriores. Teniendo en cuenta que los ERP son el núcleo central de los ecosistemas de sistemas de información en las empresas y que constituyen una gran base instalada en las mismas, su confluencia con las tecnologías 4.0 provoca una modificación en las reglas del juego, en la que dichas tecnologías juegan un papel catalizador del cambio en los modelos tecnológicos y de negocio de los ERP.
Una de las tecnologías que más ha influido en este cambio es el cloud. Tradicionalmente, los ERPs se han instalado en modelo on-premise, (es decir el cliente paga por una implantación del ERP alojado en sus instalaciones tras un proceso de consultoría para su adaptación a los procesos y modelos de trabajo del cliente). Estas implantaciones tradicionales suponían un coste en tiempo y recursos muy elevado, además de unos procesos de adaptación a los nuevos sistemas que en no pocas veces ponían a prueba todos los “recursos psicológicos” del personal implicado.
En la actualidad, y a pesar de que continuarán existiendo implantaciones on-premise, todos los principales ERPs (Microsoft Dynamics 365 Business Central, SAP, SAGE, etc…) están orientando su estrategia claramente al mundo cloud, lo que va a suponer un cambio en los modelos de negocio de este tipo de software que afectarán tanto a los clientes como a las empresas implantadoras. En resumen:
- El cliente pasa a un modelo de SaaS, en el que paga una cuota por usuario mensual o anual. Esta cuota incluye el derecho a las actualizaciones de su producto. Además no tendrá que mantener una infraestructura física en sus instalaciones, con la disminución de coste que ello supone.
- Se democratiza el acceso a la tecnología por parte de las empresas, donde el cloud y la comercialización en modo SaaS proporcionarán una mayor capilaridad en segmentos de clientes que tradicionalmente no hacían grandes inversiones tecnológicas.
- Estos clientes no valoran someterse a procesos de implantación de meses, con unos costes elevados, sino que quieren sistemas que puedan empezar a usar rápidamente y que les resuelvan problemas específicos haciéndoles ganar dinero.
- Los implantadores por tanto, ya no vamos a vender tecnología sino capacidad de mejora de la cifra de negocio de nuestros clientes. Para ello, nuestro discurso comercial tiene que cambiar, orientándose no hacia interlocutores tecnólogos sino hacia responsables funcionales de las empresas a las que nos acerquemos.
- En base a ello, será necesario pensar en nuevos mecanismos de generación de demanda, estrategia digital, marketing de canal, etc… pensando en la especialización y en la generación de extensiones verticales de los ERPs que resuelvan problemas concretos en sectores concretos. Ya no vale decir “mi empresa está especializada en el sector químico”, sino que tendremos que tener un desarrollo vertical que resuelva una problemática concreta dentro del sector químico.
La innovación ya no está en la tecnología sino en el cambio en el modelo de negocio de la tecnología.
Como conclusión a todo lo anterior, es necesario entender que la innovación ya no está en la tecnología sino en el cambio en el modelo de negocio de la tecnología. Las empresas de desarrollo e implantación de ERP están en un momento de punto de inflexión, la irrupción de las tecnologías 4.0 ha actuado como un safety car que ha puesto a todos en la casilla de salida, aquellos que estén mejor preparados y que entiendan que solo se ganará dinero haciendo ganar dinero a los clientes, podrán optar a ganar la carrera.
Texto de José Miguel Casal, responsable de Negocio Industria en Coremain.