Un nuevo modelo de atención sanitaria es posible, un modelo adaptado al nuevo contexto tecnológico que, en los últimos años, no ha dejado de dar muestra de su destacado potencial para mejorar la capacidad asistencial en los hospitales. Ha llegado la hora de los hospitales inteligentes: hospitales que optimizan y rediseñan sus procesos clínicos, sistemas de gestión e infraestructuras bajo una red digitalizada e interconectada con la que conseguir una experiencia y asistencia al paciente de calidad y una mayor eficiencia operacional.

Por todos es sabido que el desarrollo TIC ha provocado una auténtica revolución tecnológica que está redefiniendo todos los sectores, entre ellos, la sanidad. Una Sanidad 4.0 a la que los centros sanitarios se han ido sumando progresivamente para garantizar al paciente un auténtica digitalización de determinados servicios con los que mejorar la calidad asistencial –los dispositivos médicos y farmacéuticos, la tecnología para cuidado del paciente, la logística hospitalaria o las propias instalaciones son algunas áreas sobre las que aplicar esta digitalización-. Esto se está consiguiendo gracias a la gestión de grandes volúmenes de datos e información, a los servicios de cloud computing y a la automatización de procesos y su aprendizaje automático –machine learning-. Son las claves para poder hablar de hospitales inteligentes o smart hospitals.

El diseño de un entorno TIC es, por tanto, la base que asegure la optimización y automatización de procesos. Del mismo modo, el Internet de las Cosas (IoT) tiene mucho que decir en este sentido, ya que permite la conexión de multitud de dispositivos para monitorizar y controlar diferentes variables asistenciales que, al combinar con la computación en la nube, permite implementar nuevas capacidades y desarrollar una infraestructura 100% smart.

Según datos facilitados por Frost & Sullivan en su estudio ‘Future of Smart Hospitals’, en 2025 el 10% de los hospitales a nivel mundial ya estarán inmersos en esta transformación. Dicho estudio señala cuatro áreas de gran expansión que aportarán nuevos productos y servicios para mejorar la eficiencia y calidad hospitalaria:

  • Automatización de los servicios farmacéuticos: con la robotización de estos procesos se consigue mejorar la eficacia y la seguridad clínica, garantizando una coordinación a través de una solución inteligente para la manipulación de medicamentos.
  • Seguimiento de activos para aumentar la eficiencia de tiempo y optimizar recursos a través de dispositivos que permitan su monitorización en tiempo real.
  • Análisis de datos con los que convertir los procesos en acciones inteligentes, reduciendo tiempos y aumentando la productividad. De hecho, el estudio pronostica que el Big Data en centros sanitarios rondará este año los 6.000 millones de dólares.
  • Cloud Computing: el uso desde una plataforma conectada a la red permite liberar almacenamiento y contar una garantía de seguridad de los datos recopilados. Para la computación en la nube se estiman ingresos de más de 5.000 millones de dólares.

Por otro lado, el estudio expone dos desafíos para el sector. Por un lado, lograr una verdadera interoperabilidad entre los diferentes sistemas, áreas y fases asistenciales para conseguir una coordinación holística, y por otro, garantizar los máximos estándares de ciberseguridad en entornos digitalizados que provocan ciertas vulnerabilidades y en los que se maneja información o datos especialmente sensibles.

Teniendo en cuenta que se prevé que el coste sanitario mantenga su tendencia de crecimiento, motivada también por la tendencia demográfica que mira hacia un mayor envejecimiento de la población, para mantener la calidad de la atención médica se hace prioritario reconsiderar el modo de brindar dicha atención, no sólo para optimizar y reducir costes, sino para hacerla sostenible y asegurar una sanidad de calidad también a las futuras generaciones.

En Coremain llevamos más de 25 años dedicados a mejorar los procesos asistenciales y sanitarios a través de la aplicación de TIC.