Las redes 5G privadas son esenciales para la automatización, la robótica y la realidad aumentada por su baja latencia y la compatibilidad con redes sensibles al tiempo (TSN). Se trata de una tecnología que proporciona la capacidad de gestión multidispositivo y el ancho de banda necesarios para automatizar de forma inalámbrica los procesos de producción, de garantía de calidad y otras áreas en plena digitalización como el mantenimiento de las instalaciones o la mejora de la capacitación de las plantillas. Estos procedimientos generan grandes flujos de datos y requieren una conectividad de gran ancho de banda, además de añadir complejidad a la gestión de dispositivos.

Las redes 5G privadas son esenciales para la automatización, la robótica y la realidad aumentada por su baja latencia y la compatibilidad con redes sensibles al tiempo (TSN). Se trata de una tecnología que proporciona la capacidad de gestión multidispositivo y el ancho de banda necesarios para automatizar de forma inalámbrica los procesos de producción, de garantía de calidad y otras áreas en plena digitalización como el mantenimiento de las instalaciones o la mejora de la capacitación de las plantillas. Estos procedimientos generan grandes flujos de datos y requieren una conectividad de gran ancho de banda, además de añadir complejidad a la gestión de dispositivos.

Es una opción de red que está llamada a convertirse en el estándar en todos los sectores por sus numerosas ventajas, que incluyen además las posibilidades que ofrecen en zonas a las que no llegan las redes públicas por su carácter remoto, topografía compleja o poca población o en las instalaciones sujetas a un régimen particular de explotación con exigencias concretas de accesibilidad, seguridad y arquitectura de red como son las dependencias militares o los centros de investigación, entre otros, aprovechando la potencia superior de las antenas.

Según una investigación de ABI Research, en 2030 las empresas industriales y de fabricación de todo el mundo tendrán más de 49 millones de conexiones 5G dentro de sus instalaciones, lo que generará 2.400 millones de euros en ingresos por conexiones globales para los proveedores.

La implantación de las redes 5G privadas avanza lenta, pero firmemente por las ventajas que ofrecen en ámbitos tan importantes para el sector industrial como son la privacidad, la velocidad y la seguridad de los datos.

Privacidad y confiabilidad

La mejora de la privacidad y la confiabilidad de los datos es el resultado más esperado de la implantación de redes 5G privadas. El informe de Economist Impact, que se basa en una encuesta a directivos de tecnología, destaca sus prestaciones en los últimos estándares en tecnología inalámbrica, con posibilidades de personalización y control.

Además, permitirá digitalizar los negocios de forma segura y personalizada al tratarse de un “circuito cerrado”, cubriendo las necesidades de las industrias manufactureras o logísticas a través del despliegue de sensores para, por ejemplo, la supervisión automatizada de condiciones ambientales, de funcionamiento y mantenimiento preventivo de máquinas, así como en el ajuste de las mismas en función del producto, además del control de calidad de este último.

Esto se debe a la flexibilidad de las especificaciones y el despliegue modular de las redes 5G privadas que, al no depender del despliegue de las redes públicas, posibilitan una mayor segmentación de la red privada, con la creación de múltiples redes virtuales personalizadas para cada usuario con niveles de velocidad, disponibilidad o retardo, por ejemplo, esenciales en aplicaciones de robótica, vigilancia y reconocimiento.

Multiplica la velocidad

La banda media del Wi-Fi, que es la tecnología más universalizada, es de 2,4 GHz, mientras que la de las redes privadas 5G está en torno a 3,6 GHz utilizando la tecnología celular que aprovecha el menor retardo y la densidad de dispositivos.

Ello permitirá velocidades mínimas en ambas direcciones superiores a los 200Mbps, multiplicando por más de diez la de las redes actuales.

Otra de sus ventajas es que permite a los operadores realizar despliegues exclusivos y a medida de los requerimientos individualizados, independientemente de la frecuencia de 4G para el control de la red.

Mayor seguridad

 Las redes 5G privadas ofrecen una mayor seguridad frente a los ataques informáticos de la que aportan el Wi-Fi y el 5G público. Así, entre los puntos débiles de las redes actuales se encuentran el control de los datos empresariales, la cobertura, la velocidad y el tiempo de respuesta de los proveedores, cuestiones que mejoran sustancialmente las redes 5G privadas.

La preocupación ante el aumento de los ataques de ransomware y la petición de pagos de rescate han hecho que las empresas  busquen nuevas fórmulas de defensa ante unos hackers cada vez más sofisticados ya que una encuesta de Economist Impact señala que dos de cada tres ejecutivos considera que la seguridad de su infraestructura actual no es lo suficientemente sólida.

Las dificultades de la implantación

El informe de Economist Impact, basado en una encuesta a directivos de empresas tecnológicas, revela también que una de las principales trabas para una implantación generalizada de las redes 5G privadas es la dificultad para integrarlas en una tecnologia que cuenta con sistemas y redes heredados.

Para resolver esta primera traba, los proveedores de hardware, que por ahora se resisten a embarcarse de lleno en la tecnología inalámbrica privada 5G, están apostando por dispositivos convergentes que admiten conectividad Wi-Fi, LTE y 5G.

Y es que la falta de dispositivos 5G es uno de los grandes obstáculos para la implantación de esta nueva tecnología a la espera de que los fabricantes, proveedores, los integradores de sistemas y los clientes apuesten firmemente por ello.

Otro de los retos es la complejidad que rodea a su despliegue y gestión, habida cuenta además de que en el 30% de las empresas sus empleados careden de los conocimientos y experiencia para administrar las redes 5G. Por este motivo, la subcontratación de este tipo de servicio es el enfoque mayoritario para la implementación de estas redes privadas 5G.

En todo caso, una de las conclusiones de esta encuesta es que el 51 por ciento de las organizaciones consultadas prevé implantar esta tecnología en un plazo máximo de 24 meses, mientras que el 30 por ciento ya han iniciado el proceso.

Alemania, donde cuatro de cada diez empresas ya han implantado las redes 5G privadas,  lidera por ahora el proceso de implantación, seguido del Reino Unido, Japón y Estados Unidos.